Candelario esta denominado como uno de «Los pueblos más bonitos de España”, uno de los municipios más turísticos de la provincia salmantina, dada su singular arquitectura, enclavado en la Reserva de la Biosfera de la Sierra de Béjar y Candelario.
Un poco de historia para descubrir el porqué nombrado como uno de «Los pueblos más bonitos de España”
A lo largo de la historia, Candelario ha sido una de las villas más ricas de España, sobre todo entre los siglos XVIII y XIX, cuando el pueblo sobresalía por la ingente cantidad de empresas familiares que vendían sus embutidos por todo España e, incluso, fueron los proveedores oficiales de la Casa Real.
De ahí que, tras una anécdota protagonizada por una mujer de Candelario, se acuñara el dicho de «atar los perros con longaniza» para referirse a que una persona tiene mucho dinero.
La figura del choricero de Candelario también ha sido plasmada por artistas, como el cuñado de Goya, Francisco de Bayeu, cuyo cuadro se encuentra en el Museo del Prado, o un tapiz de dicho óleo que aún se conserva en el Palacio de San Lorenzo de El Escorial.
ACTUALMENTE.
El viajero que acude a Candelario se sorprende por las «batipuertas» que resguardan las entradas de las casas, que servían para que los perros no entraran en las viviendas mientras se enfusaban los embutidos.
Los «hastiales» -elementos arquitectónicos triangulares- que rematan la mayoría de las casas serranas de Candelario, las balconadas o los aleros voladizos de los desvanes también distinguen a esta villa.
Su arquitectura singular se une al telón de fondo de la villa, resguardad por la Sierra, donde en la época invernal se puede practicar el esquí en la estación de esquí sierra de Béjar – La Covatilla, deporte que ha devuelto al pueblo un cierto esplendor económico, tras la decadencia de la industria chacinera en el siglo XX.
En Candelario podreis encontrar bellos alojamientos rurales como casas rurales, posadas y algunos restaurantes para disfutar de una agradable escadada a Salamanca.
